¿Sabías que alrededor de un 2% de adultos y un 5% de niños tartamudean? Según la fundación española de la tartamudez esto se traduce en 800.000 personas en España, siendo más común en el sexo masculino. Se presenta en una proporción 4 a 1. Sigue leyendo si quieres saber más sobre la tartamudez:
¿Tenemos claro que es la tartamudez?
Es un trastorno en la fluidez del habla en el que se producen una serie de rupturas e interrupciones en el flujo normal de nuestra fonación y de nuestras pausas. Un término frecuentemente usado es el de disfemia, sinónimo de tartamudez persistente del desarrollo.
Según el DSM-V se corresponde a un “trastorno del neurodesarrollo” dentro del grupo de los trastornos de la comunicación. A pesar de ello sabemos que afecta principalmente a la propia fonación, al habla.
¿Cuál es la diferencia entre tartamudez y disfluencias?
La tartamudez es un cuadro diagnóstico con una serie de características y la disfluencia es un fenómeno que sucede en un momento determinado mientras estamos hablando. Cualquier persona puede presentar disfluencias en independientemente de que tenga o no disfemia. Las disfluencias son un parón en el flujo del habla.
Existe un periodo en el desarrollo del habla en el que un 5% de los niños entre los 2 y los 5 años presentan disfluencias evolutivas. Esto se debe principalmente a que la velocidad de procesamiento es más baja, es decir, en este momento del desarrollo los niños procesan lo que quieren decir un poco más lento, tienen un tiempo de latencia alto para encontrar una palabra y por ello, como normalmente no formamos silencios en nuestro habla, introducimos muletillas, repeticiones, etc. A pesar de que el procesamiento del habla es rapidísimo, lo que sucede es que a veces estos niños son capaces de estar hasta varios segundos buscando la palabra idónea y presentar repeticiones de muchos segundos.
La tartamudez persistente del desarrollo se caracteriza por presentar diferentes tipos de comportamientos; los que derivan directamente de la función cerebral diferente reflejada en una menor actividad del área premotora, los comportamientos primarios: bloqueos, repeticiones y prolongaciones. Y los que se relacionan con la propia reacción a la dificultad, comportamientos secundarios: tipo fisiológico (tics, fuerzas, etc), tipo verbal (muletillas, uso de sinónimos, circunloquios…) y los de tipo psicológico como el miedo, ansiedad anticipatoria, baja autoestima, pobre autoconcepto sobre la comunicación, etc.
¿Cómo saber si son disfluencias típicas del desarrollo o tartamudez?
La evaluación temprana es fundamental porque nos permite realizar un diagnóstico diferencial. Esto posibilitará un rápido acceso al tratamiento que promoverá la remisión total o la reducción de los síntomas de la tartamudez, así como minimizará su impacto en la calidad de vida de los niños que tartamudean.
A continuación se muestran las principales diferencias entre las disfluencias consideradas típicas y la disfemia (extraído de: Trastornos del habla. De los fundamentos a la evaluación).
Disfluencias típicas | Disfluencias atípicas |
La repetición entera de la palabra. Repite solamente una vez y sin tensión. También es normal la repetición de la palabra multisílaba (galleta-galleta).Repetición de una parte de una palabra (co-como) solamente una vez y sin tensión. Más común en niños de 2-4 años.Un sonido es prolongado brevemente, por menos de un segundo, y solo rara vez sucede esto.No hay sonidos completamente bloqueados, con evidente paralización del hablaRepetición de frases | Repetición de una palabra monosilábica, repetida dos o más veces, especialmente si el niño muestra tensión o aumento de tono.Parte de la palabra repetida (co-co-co mo) dos o más veces, especialmente si el niño muestra tensión o aumento de tono.Un sonido es prolongado por un segundo o más y/o si hay tensión aumentada durante la prolongación.Un sonido bloqueado y no saldrá por un momento. La lucha puede ser evidente.Conductas de escape (movimiento repentino para escapar de un momento de habla detenida)Conducta de evitación (cambiar palabras y evitar situaciones cuando se requiere hablar). |
¿Cuáles son los mitos más frecuentes?
Consideramos también importante resaltar algunos de los mitos más arraigados en la sociedad que dificultad un abordaje adecuado:
1. El origen de la tartamudez es psicológico.
¡NO! La tartamudez tiene un origen neuromotor. Hay diferencias en el área premotora en las personas con tartamudez y sin tartamudez. Son personas más sensibles o nerviosas.
2. Se puede contagiar, y copiar.
¡NO! La tartamudez es totalmente involuntaria, no se contagia.
3. Los niños no son conscientes.
SÍ hay consciencia del problema y además desde muy pequeñitos.
4. No es un niño con tartamudez porque solo lo hace a veces, cuando está nervioso.
Una de las principales características de la tartamudez es la variabilidad, no se tartamudea siempre, ni a lo largo del día ni en los meses o años.
En los niños pequeños, en el primer y segundo año los niños pasan de unas disfluencia muy severas a procesos donde no tienen disfluencias y parece que han remitido.
5. Solo lo hace al principio, cuando empieza a hablar, por ello no es tartamudez porque las personas con tartamudez lo hacen siempre.
¡NO! Realmente las disfluencias aparecen principalmente en la puesta en marcha de la fonación, cuando las cuerdas vocales se juntan para empezar a fonar.
Nuestra recomendación a las familias
Para terminar, y con el objetivo de ayudar a familiares que no sepan como actuar ante un niño que presente disfluencias, proporcionamos algunas pautas:
- No deje que su hijo le vea preocupado por su forma de hablar
- Procure no ponerse nervioso y mantenga la calma cuando el niño se bloquea
- Espere a que él termine y no le acabe las palabras aunque sepa lo que quiere decir
- Háblele despacio, con pausas entre las frases. Sea un buen modelo a imitar
- Utilice un vocabulario sencillo y adaptado a su edad
- Procure alargar las primeras sílabas de las palabras al hablarle
- Mire al niño cuando habla
- Demuéstrele que disfruta compartiendo tiempo y hablando con él
- No abuse de las preguntas directas
- NO le de recomendaciones del tipo: “tranquilo, toma aire, respira…”
- Cometa algún error en su expresión cuando el niño le escucha
- No le ponga en situaciones que le presionen ni le metan prisa
- Tranquilícele, todo el mundo encuentra dificultades para hablar en algún momento.
La tartamudez es un trastorno del que se conoce muy poco, su etiología es aún desconocida, pero los estudios recientes indican que es un trastorno neurológico que afecta a las áreas cerebrales relacionadas con el lenguaje y el habla.
Anteriormente se tenía la idea equivoca de que esperar era la mejor opción, hoy sabemos que cuanto antes se detecte el problema mejor pronóstico habrá, ya que el periodo inicial es un momento crucial. Por ello, ante cualquier duda, no duden en contactar con un profesional cualificado.
Autora: Susana Martínez Pérez. Graduada en Logopedia y Psicología.